El proceso de coagulación

Los factores de coagulación

Los factores de coagulación son proteínas de la sangre que controlan las hemorragias. Cuando se lesiona un vaso sanguíneo, sus paredes se contraen para limitar el flujo de sangre a la zona lesionada. Enseguida, pequeñas células de la sangre llamadas plaquetas se pegan al lugar de la lesión y se extienden a lo largo de la superficie del vaso sanguíneo para detener la hemorragia.

Al mismo tiempo, pequeños sacos al interior de las plaquetas liberan señales químicas que atraen a otras células a la zona y hacen que se aglutinen para formar lo que se conoce como tapón plaquetario.

En la superficie de estas plaquetas activadas trabajan de manera conjunta muchos factores de coagulación diferentes, en una serie de complejas reacciones químicas (conocidas como cascada de la coagulación) para formar un coágulo de fibrina. El coágulo funciona como una red para detener la hemorragia.

La cascada de la coagulación

Los factores de coagulación son proteínas fabricadas por el hígado que circulan en la sangre de manera inactiva. Cuando se lesiona un vaso sanguíneo se inicia la cascada de la coagulación y cada factor de coagulación se activa en un orden específico para generar la formación del coágulo sanguíneo. Hay más de una docena de factores de coagulación diferentes que se identifican con números romanos (por ej., factor X o FX).

La cascada de la coagulación es una serie de vías que convergen en el factor X, el factor de coagulación indispensable para la liberación de fibrina y la formación de un coágulo. En personas con una deficiencia de factor de coagulación, uno de los factores (o en casos muy poco comunes más de uno) falta o se encuentra presente en niveles bajos. Esto afecta el proceso normal de coagulación de la sangre, dificultando que la sangre forme un coágulo.

El proceso de coagulación
Fuente: Federación Mundial de Hemofilia / Actualizado 2022