¿Qué son las plaquetas?

Las plaquetas son pequeñas células que circulan en la sangre. Desempeñan un papel importante en la formación de coágulos sanguíneos y en la reparación de vasos sanguíneos dañados.

Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, las plaquetas empiezan el proceso para detener la hemorragia formando lo que se conoce como un tapón plaquetario. Esto tiene lugar en tres etapas:

  1. Adhesión: Las plaquetas se adhieren al área dañada y se extienden a lo largo de la superficie del vaso sanguíneo para detener la hemorragia.
  2. Secreción: A medida que se adhieren, las plaquetas se “activan” y liberan señales químicas de pequeños sacos en su interior, llamados gránulos.
  3. Agregación: Estas sustancias químicas atraen a otras plaquetas al lugar de la lesión y hacen que se aglutinen para formar el tapón plaquetario.

¿Qué son los trastornos de la función plaquetaria?

Los trastornos de la función plaquetaria son padecimientos en los que las plaquetas no funcionan del modo en que deberían hacerlo. Como el tapón plaquetario no se forma adecuadamente, la hemorragia puede continuar más tiempo que lo normal y las personas que padecen trastornos de la función plaquetaria tienen propensión a moretones y hemorragias. Los trastornos de la función plaquetaria pueden ser provocados por un problema con las plaquetas en sí, con uno de los receptores o con los gránulos.

Hay trastornos de la función plaquetaria hereditarios (es decir, que se transmiten de padres a hijos) y adquiridos. Esta monografía aborda los trastornos hereditarios de la función plaquetaria.

Fuente: Federación Mundial de Hemofilia / Actualizado 2012 – 2016